19 febrero 2006

Toda la familia en el coro


¡Esperemos que el dicho popular se cumpla!

El nuestro es un caso poco común: somos un matrimonio “pedagógico” con una hija cursando Enseñanza Secundaria y un hijo en segundo de Educación Primaria, ambos alumnos del Instituto.

Desde que comenzamos a ir al coro, estuvimos de acuerdo en que era la mejor experiencia que tuviéramos hasta ahora, pocas veces puedes hacer una actividad conjunta en el ámbito escolar uniendo edades tan diferentes.

El coro es un momento de distensión, incluso de diversión, en el que las risas van unidas al trabajo metódico de las canciones que estemos aprendiendo.

Además, en cuestiones musicales hemos “progresado adecuadamente” (para algunos de nosotros el avance ha sido más notable, sobre todo por lo poco que sabíamos en un principio). No sólo hemos mejorado en el conocimiento de las notas musicales, las partituras etc., también en el control de la respiración, la postura, la pronunciación, la relajación, la puesta en escena...

En las salidas realizadas por las actuaciones, hemos compartido tiempo y diversión en un ambiente agradable y distendido.

Y quizás lo más importante, hemos establecido lazos de amistad entre los componentes del grupo, que nos hace tener una relación especial y gratificante.

¡Estamos encantados!

Familia Castiñeiras Martín